La masonería es una organización institucional que desde siempre se ha mantenido a bajo perfil. Casi en secreto. Lo que ha motivado, desde sus inicios, sospechas sobre la peligrosidad de esta asociación. Durante el siglo XVIII, en países como España, los masones fueron perseguidos por la Santa Inquisición (Institución de la Iglesia Católica) por considerarlos «herejes», ya que sus prácticas y rituales secretos eran considerados satánicos y, según ellos, tenían como objetivo la destrucción de la sociedad cristiana, valiéndose de la influencia de sus integrantes, quienes ocupaban altos cargos gubernamentales, pertenecientes a la alta aristocracia o cercanos a la corte del rey.
Naturalmente, se le tiene miedo a lo que no se conoce, y junto a eso, el interés de estas organizaciones «filantrópicas» por el absolutismo, los llevó a atacarse mutuamente ignorando los verdaderos principios, valores y características que le dan cuerpo a la masonería. La fraternidad y el amor por la lealtad es la enseñanza primordial para los iniciados, quienes deben pasar pruebas y rituales que le dejaran grandes enseñanzas como: la humildad. Con cada ritual, el iniciado, conocido entre los masones como profano, irá creciendo a medida que avanza en ellos para subir de nivel y adquirir un grado más de sabiduría, o como ellos lo llaman: revelaciones.
Los masones buscan siempre la rectitud, y es por ello que su emblema está constituido por una escuadra (instrumento de medición que simboliza la virtud) y un compás en representación de aquellos límites que no deben de pasar los masones en razón a sus semejantes. Es este el simbolismo más conocido, ya que también hace referencia a los instrumentos utilizados por Hiram Abif, quien en la antigüedad fue el Maestro encargado del diseño y construcción del Gran templo de Salomón. También pueden verse la letra «G» que representa a Dios conocido por ellos como el Gran Arquitecto del Universo.
Es importante para los hermanos masones, el dominio de la conciencia del hombre para sobre ponerla al cuerpo animal; para ello están establecidos tres niveles de superación que están a su vez representados en tres escalones que simbolizan: la acción, emoción y mentalidad. Esta es la razón por la cual la masonería tiene una estrecha relación con el esoterismo, por su interés que tienen sus practicantes de cultivar la espiritualidad de los miembros de una logia.
Es de vital importancia comprender que el esoterismo es una disciplina o corriente de estudios especializado en todos aquellas doctrinas ocultas que giran en entorno a los rituales, medios y conocimientos que son revelados a una minoría que tiene acceso a diferencia de aquellos denominados profanos. El nombre (esoterismo), tiene su origen etimológico en el griego «eso-teros» que significa: interno, intimo, de adentro; y que posee sumado el sufijo «ismo».
Resulta fundamental, para ser un Masón, la creencia en la existencia de Dios. La función principal de una logia es conducir a los iniciados en la construcción del templo invisible interno de cada integrante; para el enriquecimiento de valores, inculcando además el auto control, la importancia de ser justo, la honestidad, moralidad, lealtad y fraternidad como base para el desarrollo espiritual.